París ocupa un lugar importante en la literatura anglosajona. Como cualquier amante de Hemingway puede confirmar, París es una fiesta para escritores jovenes y mayores, desde los americanos Getrude Stein y Scott Fitzgerald a los irlandeses Samuel Becket y James Joyce. Algunas de las mejores novelas y obras contemporáneas han sido escritas por escritores en inglés mientras vivían en pequeños apartamentos, frecuentaban los cafés de París y los parques en busca de inspiración.
Muy a menudo, aunque parezca un cliché, la mejor inspiración la encontraban en la botella. Los bares y pubs de la Generación perdida de Hemigway todavía sirven cervezas en París y están bajo el hechizo de las historias de inspirados escritores. Aún hoy en día muchos de esos lugares permanecen similares a como eran antes de la segunda guerra mundial. La orilla derecha del Sena, donde se encuentran muchos alojamientos de New York Habitat, cuenta con muchos bares de larga tradición literaria.
Para comenzar con la ruta de los pubs literarios de New York Habitat tomamos primero la orilla derecha del Sena. Salga del metro en la estación de Opera y admire el maravilloso edificio mientras se acerca a tomar su primera cerveza o cocktail.
La primera parada en el lado derecho es el Café de la Paix. La Paix es un lugar de primer orden donde tomar algo justo a la vuelta de la esquina de la Opera. El autor Henry James cenó aquí hace 100 años cuando un vaso del vino más barato estaba aún muy lejos de los 8 euros de hoy en día. Si tiene un presupesto limitado tome un vino de la casa, disfrute del entorno lujoso y salga de allí, si prefiere pasar de uno de los mejores restaurantes de la ciudad.
La siguiente parada en nuestra ruta está a una manzana de allí. El bar de Harry´s New York ha sido un lugar frecuentado por generaciones de estrellas literarias. La clientela de primer orden incluye cuatro ganadores del premio nobel: Hemingway, Sinclair Lewis, Faulkner y Steinbeck. La lista continúa con nombres tan ilustres como Gertrude Stein, Marguerite Duras, Sylvia Beach, Edith Wharton y Simone de Beauvoir. Harry inventó el conocido cocktail Bloody Mary, puede que teniendo en mente el aliviar una resaca de Hemingway. El bar era uno de los favoritos de las tropas norteamericanas durante la segunda guerra mundial y continúa siendo un lugar donde se reune la clientela norteamericana para ver acontecimientos deportivos o para seguir los resultados de la noche electoral. En este bar se celebran elecciones entre los clientes justo antes de las elecciones oficiales (Bush ganó en el 2000, pero perdió frente a Kerry en el 2004).
La última parada en la orilla derecha es el bar del hotel Ritz, que guarda el nombre del propio Hemingway. Según la leyenda, el propio Hemingway y una patrulla de soldados americanos liberaron el bar en 1944. Hoy en día el pequeño local ha sido reformado y restaurado, conservando el aspecto y el encanto de entonces, dónde además podrá disfrutar de algunos de los mejores cocktails y pagar alrededor de unos 25 euros por consumición…
Los taxis no abundan por la noche, quizás sea mejor alquilar uno de los apartamentos de New York Habitat en la zona si planea beber como James Joyce. A tan solo unos minutos de la ruta de los pubs se encuentra este colorido estudio en la zona de la Opera – Louvre (PA-2705). Los visitantes también podrán regresar fácilmente a este apartamento de 2 dormitorios en la zona de la Opera – Louvre (PA-2719). Tan solo recuerde ser considerado con sus vecinos y no rompa el silencio de la noche.
Mientras que la Generación perdida dejó París hace varias generaciones, un nuevo grupo de escritores, como el divertido David Sedaris o el propio autor de este artículo, continúa considerando París y sus pubs su hogar.
Continuaremos con nuestra ruta por la orilla izquierda la semana que viene…
Antes de visitar la Torre Eiffel, pensaba que no iba a estar tan hermosa que es en realidad. Por la noche, con todas las luces…realmente es el simbolo de Paris!
Estoy de acuerdo con este articulo. Los cafes y bares en
París son una gran fuente de inspiración.
Muchas estrellas literarias consiguieron inspiraciòn con la
ayuda de un buen cocktail en uno de estos pubs.