Normalmente cuando pensamos en actividades de invierno para los niños terminamos pensando en Navidad, ver a Papá Noel y hacer galletas, ¿pero qué queda por hacer cuando se retiran todas las decoraciones navideñas y se han abiertos todos los regalos? Al contrario de lo que se cree, hay muchas cosas que hacer con la familia en unas vacaciones de invierno después de que la temporada navideña haya acabado. Un claro ejemplo es París, ¡donde la época de invierno rebosa de actividad! Aunque no haya escasez de actividades para los niños en la Ciudad de las Luces, estas son algunas de las que creemos son las mejores.
1. Patine sobre hielo
Al contrario que en Estados Unidos, muchas de las pistas de patinaje sobre hielo de la ciudad se mantienen abiertas después de las vacaciones navideñas durante semanas, incluso meses. Hay centros de patinaje cubiertos como el Patinoire Pailleron y el Patinoire Sonja Henie. Sin embargo, la pista de hielo más famosa de París es definitivamente Patinoire de L’Hôtel de Ville, la pista de hielo de L’Hôtel de Ville, enfrente del ayuntamiento de París. Admire la arquitectura que le rodea, ya que bastantes zonas de París fueron rediseñadas a finales del siglo XX en estilo Haussman. De hecho, ¡esa es una de las razones por las que París tiene tantas escaleras!
2. Visite museos para niños
La mayoría de los niños tiene una postura muy clara ante los padres que les llevan a museos durante las vacaciones. No obstante, hasta el niño más firme tendrá que reconsiderar su postura cuando visite algunos de los fantásticos museos para niños de París. El Museo Nacional de Historia Natural, o Muséum National d’Histoire Naturelle, es el mejor lugar de París para que los niños (¡y algunos adultos!) encuentren lo que les apasiona: los dinosaurios. Pero estos no son cualquier dinosaurio, sobrepasan a los visitantes y están acompañados de útiles explicaciones de cómo eran en vida. Camine por el safari de tamaño natural y prepárese para que su hijo no quiera marcharse nunca.
Otros museos magníficos son, entre otros, el museo de ciencia más grande de París, Cité des Sciences et de l’Industrie; las exhibiciones de astronomía en el Palacio de Descubrimiento; el museo de arte preferido por los niños, Musée en Herbe; y el museo de diseño industrial, Musée des Arts et Métiers. Otro de los museos para niños que tienen éxito son el Musée Grevin, un museo de cera con personajes contemporáneos e históricos, y el Musée du Quai Branly, que exhibe el arte indígena de culturas de África, Asia, Oceanía y las Américas.
3. Visite el zoológico de la ciudad
No hay nada mejor que ver leones de verdad en París, una actividad que ahora se puede hacer en el Zoológico de Vincennes, reabierto recientemente. Se llevó a cabo una renovación muy emocionante: un complejo conjunto de seis «biozonas» que hacen una réplica del entorno de la sabana, selvas africanas, Patagonia, Guyana Francesa, Madagascar y Europa. Y además se está reconstruyendo para poder mantenerse con energía solar. Vendrá por los pingüinos y se quedará por el monumento arquitectónico al futuro.
4. Disfrute de la época de vacaciones de la ciudad
¿Recuerda que empezamos el artículo diciendo que «la Navidad no es lo único para hacer durante el invierno»? Pues era una mentirijilla. Puede que no sea la única actividad, pero sí la más importante. Si pasa los otros 11 meses del año esperando a que llegue diciembre, ¡eche un vistazo a nuestros mejores eventos anuales de París! Durante la época de Navidad los Mercados Navideños abren, todos los Grands Magasins intentan superarse los unos a los otros con escaparates cada vez más lujosos y la Grande Roue de la Concorde se alumbra en un espectáculo de la temporada de invierno que impresionará incluso al más tacaño de los visitantes. Son sobre todo los niños los que más adoran las luces, la comida y poder subirse a la noria de la Concordia y elevarse sobre París. También es un lugar fantástico al que ir de compras, así que no olvide mirar las mejores tiendas de París.
5. Vea películas para niños en su apartamento de vacaciones
Aunque salir esté muy bien, a veces simplemente preferimos quedarnos en casa. (Evidentemente, eso no significa no ver París, sobre todo si se queda en uno de estos apartamentos con vistas a la Torre Eiffel de París). Vea películas para niños en nuestros apartamentos de vacaciones en París, una actividad familiar saludable. Sobre todo las películas Disney son la mejor opción (ver abajo). Si no, considere la opción de un apartamento amueblado de larga estancia si se queda en la ciudad más de un mes. ¿No está seguro de descubrir la ciudad por su cuenta? No hay problema, los anfitriones de nuestros Bed and Breakfast siempre están encantados de ayudar.
6. Excursión de día a Disneyland París
¿Recuerda cuando se sabía todas las canciones de Disney igual de bien que sus hijos? (Quizá se las sepa todavía). Satisfaga su antojo y consiga que se dibujen unas maravillosas sonrisas en las caras de sus hijos al decirles que les lleva a Disneyland París. Se llega fácilmente en transporte público, en el RER A, y es una forma estupenda de estrechar lazos. Si solo tiene tiempo para ir un día, asegúrese de reservar para el Año Nuevo, porque resuenan fuegos artificiales por todo el parque para recibir el nuevo año y es uno de los eventos anuales más importantes de París. Pero si va en invierno llévese ropa de abrigo para cuando haga cola.
7. ¡Vaya a nadar!
¿Cree que no puede nadar en pleno invierno? ¡Piénselo dos veces! Hay un enorme parque acuático en la misma ciudad de París (al que se puede ir en metro), el AquaBoulevard. Es una buena opción para un emocionante día fuera para toda la familia y es el parque acuático urbano más grande de Europa. Tiene once toboganes de agua gigantes, jacuzzis en el interior y exterior, ríos artificiales y miles de metros de playa con treinta cabañas de paja. La temporada baja es en invierno, así que podrá tener casi todo el parque para su familia. Hay un equipo de socorristas de servicio a cualquier hora, por lo que podrá estar tranquilo aunque pierda de vista a sus hijos. En invierno las atracciones exteriores están cerradas, pero de todas formas lo más divertido está en el interior. No obstante, puede que las normas de baño no sean iguales a las que está habituado, así que es mejor echar un vistazo al protocolo de París.
8. ¡Disfrute de la comida!
Verdaderamente no hay ningún lugar como París en cuanto a la comida. Conocida por ser de primera clase mundial, la cocina es un tema serio en Francia. Puede sacar sus talentos ocultos de chef cuando cocine recetas francesas con los ingredientes locales de los mercados en la cocina de su apartamento de vacaciones. Después de todo, tener ingredientes frescos es la clave de una buena comida y no hay nada más fresco que aquello que viene directamente de la mesa del agricultor. ¿Necesita inspiración de la gastronomía francesa? La tenemos. Otro básico francés es el pan y aunque todos los panes franceses estén deliciosos, estas panaderías en particular son las mejores. Si no, ¡pruebe los cruasanes, macarrones y otras pastas de las mejores pastelerías de París!
9. Visite algunos de los símbolos más importantes de la ciudad:
No hay un viaje a París que esté completo sin haber visitado algunos lugares esenciales. La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y el Museo del Louvre vienen a la mente, pero en realidad París tiene otros muchos magníficos símbolos que merecen la pena visitar. Si acepta un pequeño consejo, estudie un poco sobre su historia antes de ir, aunque París ya sea ella sola preciosa, la mayoría de la ciudad está enraizada en su historia y se la podría estar perdiendo. Por ejemplo, ¿sabía que en principio la Torre Eiffel iba a ser una exhibición temporal? ¿O que incluso hoy en día los parisinos la odian? ¿Sabía que hay un laberinto subterráneo de huesos debajo de Notre Dame? Traiga la cámara además de su espíritu aventurero, hay mucho que explorar.
10. Excursión de día al Palacio de Versalles
Si tiene un día extra en París no se pierda el Palacio de Versalles. Originalmente construido por el Rey Luis XIV como una forma de mantener la aristocracia francesa unida, representaba el centro del poder político de Francia hasta 1789 y el comienzo de la Revolución. Todo estaba organizado alrededor de los aposentos del monarca, o Chambre du Roi, y los nobles franceses estaban obligados a pasar parte del año bajo la supervisión de este. El estatus social lo era todo, lo que hacía que asistir a Versalles fuera esencial para cualquiera que quisiera ascender socialmente. Actualmente es conocido como un ejemplo inigualable del lujoso esplendor de la monarquía francesa. Asegúrese de visitar el Salón de los Espejos, probablemente la habitación más conocida del palacio.
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